El ratón perez

Era una noche lluviosa,  como casi todas,  en el bosque de la bruja cuando el pequeño reatoncito perez, empujado por el hambre decidió adentrarse en la cabaña de la bruja...
Mientras buscaba con su pequeño hocico comida en las habitaciones atestadas de libros y pergaminos de la malvada bruja, observó al final de un estrecho pasillo una luz...
Aunque su tripita no dejaba de rugir por el hambre,  el valiente ratón pensando que la luz le llevaría hacia la despensa de la bruja se acercó sin pararse a mirar como unos ojos amarillos de un gato negro como la noche, aparecían cerca de él....
El gato salto sobre el ratón,  que gracias a su rapidez,  se desvío lo suficiente para que no lo atrapase, corrió y corrió perseguido por el gato hacia la puerta brillante cogió el pomo con fuerza pero no abría, la puerta era de un brillante dorado y con letras de planta estaba escrito "puerta de las monedas".....
Escapó por los pelos del ataque del gato, escurriendose entre sus patas. Y volviendo a toda velocidad por el pasillo estrecho y oscuro. De vuelta en la habitación de la bruja, subió por el armario más alto hasta esconderse en el mismísimo techo del mismo.....
Debido al hambre y al frío decidió pasar la noche allí mismo y buscó un lugar en el que dormir entre los pergaminos polvorientos y olvidados de la bruja....
Cuando fue a enrollarse en uno de ellos, vio una pequeña luz dorada bajo un montón de pergaminos, se acercó esta vez más temeroso y cogió un papel lleno de polvo, soplo y como por arte de magia, el pergamino volvió a brillar en su totalidad liberado de la gruesa capa de polvo....
Leyó las palabras escritas con las mismas letras y color de la puerta y en el decía "solo abriré si vas a repartir sonrisas, una moneda cambiarás por el diente que traerás, con la frase "he pasado porque un diente bajo la almohada me han dejado" pasaras y una vez entregada la moneda has de regresar pero la frase "voy de vuelta y como cuesta pero la moneda ya está puesta " has de decir para la puerta abrir más ten cuidado y el diente proteger  pues el gato negro del malvado brujo no te puede coger y si bruja logras llegar polvo mágico con el diente haras"......
El reatoncito perez pensó que era raro que el pergamino hablase de un brujo malvado y de una bruja buena , pero tenia tanto sueño que se quedo dormido.....
Al despertar a la mañana siguiente descubrió que tenia más hambre que nunca, pensó que la puerta podía esperar pues primero tenia que comer así que bajó del armario y cuando iba a salir de la habitación la puerta se cerró de golpe y cayó sobre el una jaula....
La jaula se elevó hasta quedar enfrente de unos ojos que lo miraban con desconfianza,- te ha enviado el brujo a robarme mis pergaminos verdad? Le preguntó la bruja, el ratón asustado le contesto que no y le contó toda la historia de la puerta, el gato y el pergamino.....asombrada la bruja, cogió un taburete y buscó con su brazo arriba del armario hasta que por fin dio con el pergamino mágico.... -Pensé que ese maldito brujo me había robado el pergamino- la bruja le dio las gracias al ratoncito y después de darla de comer un gran trozo de queso le dijo al ratón si podía ayudarle, puesto que ella no se acordaba del conjuro para hacerse pequeña.....
El ratón le dijo que tenía mucho miedo del gato, así que la bruja le hizo un hechizo para ser invisible -así ni el gato ni los niños te verán....pero ten cuidado de hacer ruido.-le dijo la bruja antes de hecharte un poquito de polvo mágico al ratoncito......
Una vez más entró en el pequeño pasillo, sentía miedo mientras pensaba que el gato estaba en alguna parte, de repente los ojos amarillos apareció en la oscuridad,  pero esta vez no se movió, sino que el gato comenzó ha olisquear con cara extrañada - miauuuu, juraría que huele a ratón..... En fin aquí no hay nadie - dijo el gato tras mover sus bigotes y lamerse una zarpa, el ratón, al comprender por fin que no le veía logró llegar a la puerta dorada......
Voy a repartir sonrisas- susurró el pequeño ratón, y la puerta se abrió dejando ver tras ella una enorme sala llena de monedas, pero lo más importante era otra puerta al fondo de la habitación, esa puerta no era dorada, era blanca y sobre ella había un letrero con los nombres de los niños que habían dejado un diente bajo la almohada esa noche....
-Como voy a ir a todas las habitaciones si sólo hay una puerta? Se dijo perez moviendo el hocico, lo que le había dicho la bruja era que dijese el nombre de la lista y aparecería en la habitación del niño nombrado, pero no le había dicho que la puerta cada vez que dijese un nombre al otro lado aparecería la habitación del niño....
Así que nombró el niño del letrero, pero la puerta no abrió, el ratoncito recordó entonces las frases del pergamino y acercándose a la puerta dijo-" he pasado porque un diente bajo la almohada me han dejado " y la puerta se abrió.... En la puerta había un cartel con el dibujo de un diente, cuando el pasó y tras recoger el diente del niño dormido y meterlo en su bolsa mágica la cual todo cabía, volvió a la puerta, esta estaba cerrada y vio que tenia un cartel con el dibujo del diente, se acercó a ella y susurró - "voy de vuelta y no me cuesta, la moneda ya está puesta" -la puerta se abrió y el cartel apareció el dibujo de una moneda, único recordatorio del paso del ratoncito Pérez.....
El ratón paso una y otra vez dejando monedas bajo las almohadas de todos los niños de la lista y metiéndolas en el bolso mágico que la bruja le había dado. Al acabar, volvió al cuarto lleno de pergaminos más tranquilo pues sabia que el gato no podía verlo.....-gracias por traer los dientes ratoncito.... Con estos dientes se hacen polvos mágicos para hacer realidad los sueños de los niños - la bruja parecía feliz, pero el pequeño ratón lo era más, pues descubrió que le gustaba hacer feliz a los niños.- me dejarías quedarme?  - le preguntó a la bruja,  la cual le sonrió y le dijo que si......
Desde ese día, la bruja y el ratoncito vivieron juntos, el recogiendo y repartiendo sonrisas y ella haciendo polvo mágico para hacer realidad los sueños y deseos de los niños.