domingo, 28 de junio de 2015

En la arena

Lucho, me enredo en su cuerpo, sus brazos se zafan de los míos y acto seguido se traban alrededor de mi pecho.....la presión es asfixiante, noto la fuerza que se escapa entre mis jadeos, lanzo un rodillazo a su estómago y afloja lo suficiente para lanzarle un cabezazo que le impacta en pleno rostro. Se aleja unos pasos, me observa, saca su lengua oscura y lame el hilo de sangre que le baja de su nariz, al provar su sabor esboza una sonrisa.....- cuanto crees que aguantaras muchacho??? Su voz es un eco que retumba en mi cerebro, ella no habla, se comunica sin palabra alguna que salga de su boca porque estamos conectados. Ella es algo informe, una sombra, una bestia negra de ojos amarillos, de proporciones cambiantes, que depende de la de la fuerza con que la alimento y cobra vida de vez en cuando para luchar.
Me observa, danzamos a dos pasos el uno del otro, noto mis brazos pesados y mis piernas apenas me sostienen..... Se abalanza nuevamente sobre mi alzando sus brazos casi etéreos y sus dedos se traban con los míos...... Mis dientes chasquean, mis mandíbulas se tensan...... Nuestras manos se encuentran apretadas, no las siento, no soy capaz de notar el tacto, siento que hago fuerza pero al parecer no es suficiente, mis brazos se adormecen y si no logro soltarme acabará conmigo. Lanzó una patada a su vientre pero esta vez esta prevenida... entonces giro sobre mi mismo para tratar desequilibrarla y trazo a la vez un círculo con mis brazos para soltarme y da resultado, uno de sus brazos se suelta pero en ese mismo instante de verse liberada me proporciona un arañazo que me da en la cara, me rasga la piel desde la frente hasta la comisura de labio superior.... Es increíble pero donde me ha arañado, lejos de sentir dolor no siento nada, insensibilidad absoluta y el ojo dañado se nubla......ahhhhhh grito y me lanzo al ataque, suelto mis puños y lanzó patadas...
mi pulso se acelera hasta el punto del mareo...mis brazos pesan y mis piernas se doblegan, no puedo más, solo soy un peón movido por los dedos invisibles de mi enemiga.
Me arrodillo, lejos de atacarme nuevamente se retira unos pasos, desconfiada, su alargada silueta da vueltas a mi alrededor..... Me siento débil, derrotado,  pienso en las veces que hemos luchado y he salido vencedor, en las veces en las que creí haberla destruido, en cómo sería una vida sin ella, sin portar las cicatrices de nuestros encuentros...
La vida es un continuo caer y levantarse, muchas veces he caído y se que esta no será la última, pero ahora con el sabor de la arena en mis labios solo quiero descansar, permanecer tumbado y cerrar los ojos...
Esta vez me has ganado.

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