miércoles, 9 de julio de 2014

Crónicas camineras cap7

Sobre mi tarde en burgos no hay nada extraordinario que reseñar la verdad, como ya comenté, la entrada me pareció sosa y tanto la estancia cómo la salida igual de sosa. Lo único que salvo el día fue reencontrarme con José Antonio,  un hombre que habíamos coincidido en villafranca y nuevamente en el albergue, para el era su último día, ya tenía ganas de volver a valencia y reencontrarse con los suyos.
El despertador suena hoy una hora más tarde de lo habitual debido a que el albergue no deja marchar hasta las 6 de la mañana, desayuno de máquina expendedora,  triste que una gran ciudad ande sin cafetería, en fin, volviendo al tema,  desayuno y comienzo la jornada, el dia es frio y ventoso,  comienzo andando y el dolor de ampollas es interesante, intento correr pero el día se torna difícil, la correilla ventral izquierda se suelta, paro y la reparo mientras suspiro......-venga no pasa nada- pienso, corro doscientos metros y noto un tirón en la mochila, el asa izquierda se ha soltado del todo.....Me cagon la puta!!!! Tengo que parar y volver a montar el asa, la reparo también y cuando voy a ponerme la mochila, una correilla me cae al suelo.....!Joder! Grito, me atacan los duendes......paso un par de minutos poniéndolo bien y me aseguro de tener todo bien puesto,  salgo corriendo y zas!!!! Los cordones se desatan, es la gota que colma mi paciencia......! Me cago hasta en la leche que ha mamao este día! Será posible que no voy a salir de esta ciudad?
Bueno, con todo bien amarrado llego a las afueras y un cartel de desvío por obras me corta el camino, PERDONEN LAS MOLESTIAS reza el cartel, pues mira por donde no perdono las molestias oye, hay que ser capullos para poner el camino de santiago en obras en julio que es el mes de máxima peregrinación, pero como no queda otra alternativa, sigo las flechas que me marcan el nuevo itinerario.
No tardo en alcanzar el siguiente pueblo y mira por donde para mi grata sorpresa ya era el segundo en mi itinerario,  paro y tomo un cortado con hielo. Mientras dejo que se enfríe bien,  aprovecho para afianzar la mochila y tras beberme el basó casi de golpe, continuo la marcha. Los pueblos cada vez están más distantes y eso lo agradezco, por tener más campo para contemplar,  mi próxima parada es Hontanas a 15 kilómetros, pero dispongo de dos puntos intermedios para aguar y tomar algo..... Coño que lento voy, porque no llego al pueblo, pasan los kilómetros y nada....- Pero si las señales están....por fin veo un cartel, Hontanas a 5 kilómetros, pues como para haber bebido sin control.
Llego a Hontanas,  el pueblo está encajonado en una hoya y la bajada se me hace terrible por el dolor en el tibial,  me tomo un zumo y un plátano, los cuales me dan fuerzas para alcanzar Castrogeriz un pueblo bien bonito, transcurro por sus calles empedradas hasta el final del pueblo donde la fatiga me obliga a parar en un bar, la camarera es amable y me comenta que me quedan 11 kilómetros hasta itaro de la vega pero que debo salvar un alto, el alto de san juan, doy mentalmente por hecho que eso es fácil.... fácil??? Los wevos la subida es terrible y más cuando llevas 40 kilómetros en la chepa. Tras salvar el alto me quedan unos kilómetros para alcanzar el punto final, con esfuerzo y casi sin agua llego a itaro de la vega, punto final de la etapa de hoy.
El pueblo es horroroso,  el albergue municipal es antedilubiano y ni siquiera esta el hospitalero, así que optó por ir a un albergue privado, esta la hostia de viejo pero los hospitaleros son muy amables. Espero descansar y mañana recorrer otros 50 kilómetros.
Hasta mañana.

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